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‘Los Bandidos de Rudy Giuliani’
Junta de Regulación de Renta aprueba incrementos de 4 y 6 por ciento, pero dice ‘no’ al ‘impuesto de pobres’

Por Steven Wishnia
Traducido por Lightning Translations

A pesar de interrupciones de inquilinos enfurecidos coreando, "No a la alza de rentas" y "Que se desaloje a la RGB," la Junta de Regulación de Renta (RGB, por sus siglas en inglés) votó el 20 de junio para permitir incrementos de hasta 6 por ciento en apartamentos de renta estabilizada. Las regulaciones son de 4 por ciento para la renovación del contrato de arrendamiento por un año y 6 por ciento por dos años, afectando a cerca de un millón de apartamentos en la ciudad. La RGB había propuesto incrementos ligeramente menores, 3 y 5 por ciento respectivamente, en una votación preliminar en mayo, pero los grupos de inquilinos sospechan que el alcalde Rudolph Giuliani ordenó a la junta dar más dinero a los caseros. Giuliani, quien cuenta con antecedentes de dictaminar regulaciones a la junta de nueve miembros, reemplazó a fines de abril a tres de los supuestamente neutrales miembros públicos.

La junta aprobó los incrementos con una votación de 7 a 2 sin ningún debate. La única oposición fue de Jeffrey Coleman y David Pagan, los dos representantes de los inquilinos.

Los grupos de inquilinos, que demandaban una congelación de rentas por dos años, ganaron una batalla. La RGB votó 5 a 4 en contra del "impuesto de pobres," un sobrecargo de $15 al mes en apartamentos que se rentan por menos de $500, y rechazó una renta mínima. La junta ha impuesto cierto tipo de impuesto de pobres todos los años desde que Giuliani subió al poder. Sorprendentemente, el nuevo miembro público Mort Starobin sufragó el voto decisivo junto con Coleman, Pagan y los miembros públicos Agustín Rivera y Bartholomew Carmody. Starobin había propuesto anteriormente las regulaciones preliminares del 3 y 5 por ciento más el impuesto de pobres, pero se abstuvo, entre las risas de los inquilinos en la multitud, cuando los otros miembros de la junta votaron en contra de forma unánime.

Coleman llamó al impuesto de pobres una "abominación moral," notando que "el segmento que más rápido crece entre la población de desamparados de Nueva York son las familias desamparadas." Al final de la reunión, el representante de los caseros Vincent Castellano, quien obviamente disfruta los conflictos con inquilinos, trató de reabrir el tema, argumentando que "no hay datos que respaldan la información de que vive gente pobre en estos apartamentos." Ese intento, que también incluía una renta mínima de $215, perdió por el mismo margen de 5 a 4.

La junta también aprobó un incremento de 2 por ciento en hoteles con la oposición de los representantes de los inquilinos y la abstención de los miembros representantes de los caseros, e incrementos de 1 y 2 por ciento para desvanes. Para apartamentos vacantes que dejan de estar de renta controlada, aprobaron la propuesta de Starobin para elevar las rentas a 150 por ciento de la renta base máxima o al nivel federal de mercado justo más un "ajuste de energía," lo que sea mayor. Coleman llamó a esto "un voto peligroso y pernicioso," pero sólo Rivera y Pagan se unieron a él en oposición. Cerca de 150 personas asistieron a la reunión en Cooper Union en Manhattan, y las protestas fueron las más ruidosas en una votación de la RGB desde que el gobierno estatal debilitó las regulaciones de rentas en 1997, permitiendo a los caseros a elevar rentas en apartamentos vacantes un 20 por ciento. El nuevo presidente de la junta, Steven Sinacori, golpeó su martillo sin resultados mientras los inquilinos coreaban "¡Codicia! ¡Codicia! ¡Codicia!"

"Estamos hartos de hablar y ustedes no nos responden," gritó Rochelle Thompson de Harlem.

"¿Cuántas veces tienen que esconder la cara cuando ven a alguien viviendo en la calle?" gritó a la junta Cenen Reyes, poeta del Loisaida. "¿No ven cuánto daño han ocasionado a la ciudad?" La junta tuvo varios recesos debido a los gritos y coros de la gente. Durante un receso, los protestantes se tomaron de los brazos y cantaron "Congelaremos nuestras rentas" al tono de la canción "Triunfaremos."

Lee Holman, un periodista técnico de Yorkville, fue una de las cuatro personas que hicieron plantón sentándose en el suelo frente a la junta, así como el organizador del Met Council Dave Powell y la activista de Harlem Nellie Bailey. La policía les pidió que se retiraran, pero no los arrestaron cuando se rehusaron a levantarse. "He estado observando cómo se descuida mi casa durante años y ya estoy cansado," afirmó Holman. El está pagando más de $1,100 de renta y maldijo varias veces mientras calculaba cuánto significaría un incremento de 6 por ciento.

Los grupos de inquilinos han estado pidiendo una congelación de rentas durante los últimos dos años. De acuerdo a información de la RGB, el ingreso neto de operaciones de los caseros se ha incrementado en promedio de 10 por ciento cada año desde que entró en vigencia la ley en 1997, aun tomando en cuenta los tan comentados incrementos del costo de combustible en los últimos dos años, mientras los ingresos de los inquilinos se han estancado o han disminuido. "Tenemos clara evidencia de que el lucro de los caseros es el más alto de todos los tiempos," dijo Coleman a la junta a principios de la tarde. Pero la junta rechazó 7 a 2 su propuesta para evitar el incremento.

Una "fuente interna" contó al Met Council el día de la votación que el alcalde Giuliani había ordenado los incrementos de 4 y 6 por ciento. Pagan dice que él no sabía, que los miembros públicos "no se reúnen conmigo." Sin embargo, cuando el ex presidente de la RGB nombrado por Giuliani, Edward Hochman (un "libertario" que se opone al control de rentas aunque comentó a Tenant/Inquilino en junio que la revocación total de regulaciones "causaría motines") renunció o fue despedido en abril, se quejó de haber tenido que recibir órdenes del alcalde. Los miembros públicos elegidos por Giuliani generalmente han sido acaudalados blancos que aprueban incrementos de renta sin una palabra de debate, ni siquiera algunos lugares comunes sobre la necesidad de nivelar los intereses de los caseros y los inquilinos.

Esto, tanto como las rentas por las nubes, es lo que enoja a los inquilinos: el sentido de que el fraude está hecho, que aquellos responsables de administrar el sistema ni siquiera ponen la más mínima atención a sus problemas. "Hice mi trabajo," Hochman dijo. Pero bajo Giuliani el trabajo de la RGB ha sido elevar rentas tanto como sea posible sin dañar las perspectivas políticas del alcalde (esto no quiere decir que le queden muchas hoy en día).

"Yo veo así al futuro," dijo Lismar Leon, de 14 años de edad y miembro de un grupo de jóvenes traídos a la reunión por el grupo del Loisaida Good Old Lower East Side (GOLES). "Ustedes nos verán a los adolescentes viviendo en la calle, porque los apartamentos cuestan mil dólares al mes. ¿En qué tipo de trabajo nos van a pagar tanto dinero?"